La leyenda del Chupacabras es oriunda, dicen, de Puerto Rico, aunque también se sabe de ella en algunos países centroamericanos, y en México. Se trataría, según el mito, de una bestia cuadrúpeda, feroz, de colmillos afilados, que ataca a la sombra de la noche a otros animales. Pues bien. Un ranchero del sur de Texas envenenó a un animal que estaba merodeando por su granero, haciendo algunos destrozos. Hay quienes, por su aspecto físico, consideran que se trata del Chupacabras. Pero en realidad si uno lo observa bien puede deducir que se trata de un coyote lampiño, de un chucho azteca o hasta de un perro peruano. Hasta tiene un aire a Lex Luthor, mi perro calato. Pobre Chupacabras. Que en paz descanse.