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A sangre fría

Publicado: 2010-09-26

Tomado de Perú21.- Columna El ojo de Mordor, de Pedro Salinas.- Se llamaba Juan José Mejía Palacios. Tenía 50 años. El 'Juano’, le decían. No lo conocí. Pero amigos míos, que sí, lo describen como alguien de sonrisa fácil, leal, transparente como el agua, de energía inagotable, aficionado a las motos y a la pesca. Lo evocan como un tipo que apostó por hacer empresa a pesar de los tiempos difíciles, y se dedicó al negocio papelero en Arequipa, su ciudad. El 'Loco’, también le decían. Por su espíritu arrojado y aventurero. Me cuentan, además, que era una persona justa y honorable, solidaria y bromista. Pues, de súbito, el 'Juano’ ya no está más entre nosotros. Lo asesinaron a sangre fría, hace una semana.

Y paso a abreviar la trágica historia. El 'Juano’ era separado y tenía dos hijas viviendo en Francia, con la madre de ellas. De visita por Perú, Inés (21), una de las chicas, acompañó al 'Juano’ a una casa de cambios en San Isidro, a comprar euros, supongo que para su bolsa de viaje de retorno a París. Era cerca de la una de la tarde. 'Juano’ compró mil euros. Y en el viaje de regreso a casa, a pocos metros de la cochera, en la calle Álvarez Calderón, fueron interceptados por un Nissan verde que les cerró el paso. 'Juano’ debe haber pensado en un intento de secuestro, o algo así, y trató de escapar, pero un Volkswagen Bora apareció detrás de él para bloquearlo. Pese a ello, trató de escamotear a los hampones. Pero uno de los criminales, le disparó. El balazo atravesó el parabrisas y le perforó el pecho. Mortalmente herido y todo, preocupado por salvar a su hija a cualquier costo, aceleró la marcha y logró distanciarse de los asesinos, pero apenas pudo avanzar unos cuantos metros más, hasta la intersección con Jacinto Lara, donde se empotró contra un poste de luz. Los homicidas, lejos de huir, se acercaron al auto, forcejearon las puertas que estaban cerradas, y tirotearon nuevamente a quemarropa contra sus víctimas, sin piedad, disparando a través de las lunas, acribillando al 'Juano’ e hiriendo a Inés en la mano derecha, perforándosela.

Mejía, según los relatos policiales, agonizó durante unos 20 minutos, mientras que su hija clamaba por ayuda, pues además de la mano herida había quedado atrapada en el asiento del copiloto cuando se incrustaron con el alumbrado. El 'Juano’ murió en los brazos de Inés. Fin de la historia.

Marcas, les dicen a estos hijos de puta, cuya modalidad de ataque ya va por la friolera de casi 100 asaltos en lo que va del año, y se estima que existen, por lo menos, 15 bandas que actúan impunemente bajo el mismo modus operandi, a las que lo mismo les da segar la vida de un buen hombre que ejecutar a una pareja de ancianos, y, de paso, dejar tetrapléjica a Romina, una niña de apenas tres años. Marcas, les dicen a estos malhechores y mal nacidos. Y me ahorro otras definiciones, porque estoy seguro de que las adivinan.

Y ahora, gracias a estos miserables delincuentes, Lima empieza a sonar como sinónimo de Ciudad Juárez, Caracas, Río. “El hampa se ha desbordado”, como ha escrito el director de este diario, Fritz Du Bois. Mientras, el Gobierno, bien, gracias. Con él no es la cosa. El país se desmadra y se desangra, pero Alan García está en otra. Pensando en el próximo Mistura, quizás. “Le vale madre que la mayoría viva prisionera de la angustia que genera la imparable ola de violencia que azota el país entero”, como anotó Juan Carlos Tafur en Diario16.

Bueno. Así está el panorama. La violencia campea en las calles, en todas y a nivel nacional, y al régimen aprista le importa un rábano. Un comino. Un carajo. Estamos abandonados a nuestra suerte, ya saben.

Así las cosas, gane Susana o Lourdes, la próxima alcaldesa de Lima tendrá que asumir este asunto como algo prioritario, de vida o muerte, pues “la delincuencia es como el agua: se mueve, cambia, se estanca en aquellos lugares donde se le permite, (y) también discurre sin reconocimiento de fronteras”, como dijo Lucía Dammert en la revista Poder. Estamos avisados.


Escrito por

Pedro Salinas

Escribe habitualmente los domingos en La República. En Twitter se hace llamar @chapatucombi. Y no le gustan los chanchos que vuelan.


Publicado en

La voz a ti debida

Un blog de Pedro Salinas.