La información que se consigna en este post ha sido extraída de las páginas de Expreso, el vehículo mediático de Jorge Mufarech, de un tiempo a esta parte, y quien algo se trae entre manos contra Susana Villarán, y, de refilón, contra Fernando Rospigliosi y el autor de este blog.

Para que sepan más o menos de qué va la cosa. Nos quieren acusar de "delito contra la fe pública" por "haber adulterado un documento del Congreso". Dicho así, claro, suena feo. Muy feo. Pero el asunto es más sencillo, como verán.

Hace unos años, en el 2004, presentamos al Congreso y a la Fiscalía unos documentos, en el marco de una investigación al personaje de marras. Entre otros, Susana Villarán, Rospigliosi y yo, presentamos un video. Un material audiovisual, o sea. ¿Qué había allí? Pues las declaraciones de Jorge Mufarech, quien adelantándose a un audio o video (así lo dijo), decidió hacer una confesión muy particular y reveladora en la Comisión que presidía el congresista Fausto Alvarado, que investigaba a Montesinos en sus relaciones con el Poder Judicial, mientras se producía un interrogatorio al abogado Corrochano.

¿Qué reveló Mufarech? Que cuando él fue ministro de Fujimori llegó a acuerdos con contrabandistas a cambio de información, en tiempos en que no existían figuras de colaboración eficaz, procuradores anticorrupción, y en los que Mufarech, como ministro, no tenía ninguna potestad para establecer ese tipo de arreglos. Ninguna.

Como sea. Junto a ese material, que era un indicio importante a considerar en las investigaciones a realizarse y sobre las que debía el susodicho no pocas explicaciones, es que se adjuntó adicionalmente una transcripción. Una transcripción que no hicimos nosotros, sino que tomamos de una web de una agencia de prensa. Y que presentamos para que le sirviera a quien corresponda y viera el video, de apoyo. Pero, repito, la transcripción era una herramienta irrelevante, meramente auxiliar. De apoyo, ya lo dije. Y apenas eso. Porque lo importante era el video, que se explicaba por sí mismo. ¿Qué pasó? Que la defensa de Mufarech encontró un minúsculo error en la transcripción que presentamos,  y que luego convirtió en arma arrojadiza. En la transcripción que menciono hubo una palabra que no coincidía con la versión que tiene el Congreso. Una palabra que no cambiaba nada. Absolutamente nada. Sin embargo, lo kafkiano es que esa diferencia no adulteraba ni distorsionaba el sentido de la denuncia, y la prueba más importante seguía siendo el material audiovisual que alcanzamos. Y de ese error resulta la denuncia de que habríamos "adulterado la transcripción del Congreso". De Ripley. Pero de Ripley o no, la nota de Expreso no deja de ser inquietante porque, por lo que se puede inferir, Godoy fue un aperitivo y Susana Villarán pretende ser el postre.

Como sea. Acá va la nota que ha motivado este post:

EXPRESO

Piden investigar adulteración de transcripción del Congreso

Janet Leiva D.

No todo está resuelto en la investigación que se le sigue a la elegida alcaldesa de Lima, Susana Villarán De la Puente, Fernando Rospigliosi y Pedro Salinas, por presuntamente adulterar la transcripción oficial de una sesión de trabajo del Parlamento en agravio del ex congresista Jorge Mufarech Nemy y el Estado, afirmaron fuentes de crédito.

Por esas razones, el ex legislador presentó los cargos correspondientes en el 20 Juzgado Penal de Lima, pero dicho despacho no abrió proceso alguno por considerar la falta de elementos de juicio como para enjuiciarlos por esos motivos.

Pese a la negativa de dicho despacho, el ex legislador y ex ministro de Trabajo apeló y el tema se encuentra en proceso de revisión en la Tercera Sala para Reos Libres de Lima, por el presunto delito contra la fe pública.

Lo revisan

Las mismas fuentes detallaron que el expediente está siendo revisado por la Tercera Fiscalía Superior Penal a cargo del fiscal José Urrutia, quien en los próximos días, tendrá que pronunciarse al respecto.

Por otro lado, se conoció que la denuncia ante la 55 Fiscalía Penal de Lima fue archivada porque “el caso había sido resuelto en la instancia judicial”.