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Satánicos

Publicado: 2013-05-05

Prólogo al libro Satánicos, cuyos autores son Sergio Langer y Pepe Palomo, que fue presentado hoy en el Festival de Dibujo, en la Casa Rímac:

Este libro va a la yugular. Como un vampiro. Igualito. Y ojo. No es apto para almas sensibles. Porque apunta a desmenuzar con un humor negro (o negrísimo, si prefieren) algunas de las inconsistencias de la iglesia católica, que no son pocas, adivinarán. Y digo inconsistencias porque, vamos, me salen bien los eufemismos.

Como sea. Dice Joe Sacco, uno de los dibujantes de mayor reconocimiento internacional, que “dos ilustradores no dibujarán nunca un camión de la ONU de la misma manera”. Y tiene razón. Pero acá van a apreciar a un par, conocidos como Langer y Palomo, que, bueno, tendrán sus respectivos estilos para dibujar un camión de la ONU, pero para graficar y editorializar sus opiniones sobre la iglesia, parecen siameses de pensamiento. Y hasta de palabra.

También señala Sacco que, “un dibujo refleja la visión de cada dibujante individual”. Pero cuando el dúo Langer-Palomo se junta al estilo Butch Cassidy y Sundance Kid para regalarnos viñetas temáticas, la visión se vuelve panorámica y, mirados los trazos en conjunto, convierten los dibujos en artefactos contundentes que golpean más fuerte que un río cargado de palabras. O que un sesudo ensayo, en plan Richard Dawkins. Y no exagero.

El humor no miente, ha dicho José Palomo en algún sitio. Y yo le creo. No a Palomo, que conste, sino al humor que hay en estas páginas. Un humor blasfemo, es cierto. Y virulento, que también. Y si me apuran, tan corrosivo como la baba de Alien.

Pero ya ven. Están advertidos. Satánicos está lleno de nitroglicerina. En consecuencia, léanlo con cuidado. Porque en cuanto alguien aprieta la tecla de los nacionalismos militares o de la religión, ya saben, las almas fanáticas saltan como un resorte, hasta el techo. Pregúntenle si no a Salman Rushdie.

Por lo demás, está claro que esta dupla de iconoclastas, que suele ir a la caza de imágenes santas, no serán muy duchos con el bisturí pero tienen un talento endemoniado para entintar la hipocresía con sus lápices y con su crítica insolente y ácida y contestataria.

A ver si consigo explicarlo. Cuando uno se detiene en las viñetas de este libro, uno se pregunta: ¿Por qué la fe tiene que ser ciega como un topo? ¿Por qué el cristianismo es tan omnipotente? ¿Por qué la curia no se cansa de desacreditarse? ¿Por qué la iglesia católica es la única poseedora de “la verdad”? ¿Cómo se puede hablar de “la muerte de un inocente” en el caso del aborto, después de haber matado, quemado, violado y consentido la pena de muerte? ¿Por qué la homosexualidad es “contra natura”? ¿Quiénes son los clérigos para interpretar la naturaleza? ¿Por qué la religión le tiene tanto miedo al sexo? ¿Por qué se protege a los pederastas? ¿Por qué la necesidad de prohibir y censurar libros, de acallar a los que piensan distinto, de condenar a quienes critican, de invadir el fuero íntimo del otro o de invocar una salvación exclusiva y excluyente? ¿Por qué firmar un acuerdo con Mussolini a cambio de instar a los católicos a votar por el fascismo? ¿Por qué la iglesia católica estuvo, además, con Hitler? ¿Por qué no hacen las hostias con harina integral? ¿Por qué si dios se reveló en el Medio Oriente, cuál fue el propósito de esperar varios siglos sin informar a los chinos? ¿Por qué mantener el odio asolapado hacia los judíos? ¿Por qué atacan tanto a los judíos en los Evangelios? ¿Dios ha tenido otros hijos? ¿María tuvo trabajo de parto? ¿Le vino la menstruación? ¿Quién pagó la última cena? ¿Por qué es escandalosamente rico el Vaticano? ¿De dónde saca el catolicismo tanto dinero? ¿Se puede probar que Jesús resucitó? ¿Por qué menosprecia la iglesia a las mujeres? ¿Es posible que dios sea mujer? ¿El dios de los mahometanos es el mismo de los cristianos? ¿El Corán y la biblia fueron inspiración del mismo dios? ¿Por qué nada acredita que hay un Cielo después de la muerte? ¿Por qué?

En fin. A mí ni me miren ni me pregunten. Porque no tengo la menor idea qué responder. Yo mismo, les confieso, sigo dándole vueltas al cuento aquel de la “santísima trinidad”, que nos habla de un “dios uno y trino”, y cada vez que trato de comprenderlo, nada, me queda la sensación que estoy frente a un vil artificio, confeccionado por un ilusionista de las palabras.

Pero volviendo a Satánicos. Vale la pena leerlo, decía. Compruébenlo ustedes mismos. Lo peor que puede pasarles es que se rían un poco de su propia fe. Y punto. Y eso no estaría nada mal, digo. Porque al final, ya saben, todo lo pueden arreglar con un padrenuestro, un par de avemarías y un rezo al papa argentino. Y ya está.

Finalmente, no quiero dejar de agradecer. En primer término, a los autores y editores de esta publicación. Por honrarme e invitarme a ser parte de esta. Y por último, y no menos importante, al Espíritu Santo. Por inspirar estas líneas.

Pedro Salinas


Escrito por

Pedro Salinas

Escribe habitualmente los domingos en La República. En Twitter se hace llamar @chapatucombi. Y no le gustan los chanchos que vuelan.


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La voz a ti debida

Un blog de Pedro Salinas.