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¿Exagerados?

Publicado: 2013-10-18

A veces no hay más remedio que insistir en el tema porque hay frases que irritan, que tergiversan todo, que niegan la realidad. O tuercen la verdad, que también. Como aquella del sodálite José Antonio Eguren, arzobispo de Piura y Tumbes, que sugiere que los casos de pederastia clerical denunciados por la prensa han sido exagerados o magnificados por los medios de comunicación.

“Los casos que se dan de pedofilia en la iglesia no son mayores que el número de los que se presentan en otras instituciones, lo que no es una justificación, pero me llama poderosamente la atención que solo a la iglesia ‘se le sancione’ en estos casos a nivel nacional e internacional. Sin embargo, en otras instituciones donde también se dan estos casos no se dice nada”, dijo en la web de La República.

Y créanme, si no es porque hay gente que se la traga, habría pasado a otro asunto, sin asomo de replicar este artificio. Pero a ver. Es verdad que la iglesia no es la única institución donde se practican estas monstruosidades. Ahí está el caso de Jimmy Savile, uno de los animadores más apreciados de la BBC, fallecido hace un par de años, quien resultó un depredador serial. La prensa británica y Scotland Yard se ocuparon del personaje y descubrieron más de doscientos testimonios de personas abusadas por Savile en escuelas, hospicios psiquiátricos, hospitales, así como en los camerinos y en los tráilers puestos a su disposición por la propia BBC. Y el escándalo dio la vuelta al mundo.

Lo mismo ocurrió cuando no hace mucho se destapó en los Estados Unidos el caso de los Boy Scouts of America (BSA), organización que, entre 1965 y 1985, encubrió miles de estupros perpetrados por más de un millar de sus guías scouts a varias generaciones de pequeños exploradores, pero que nunca fueron reportados a la justicia para proteger el prestigio de esta longeva institución.

Dirán algunos entonces que lo de la iglesia es fijación, mala leche, y cosas por el estilo. Pero se equivocan. Y es que el problema, a mi juicio, surge cuando la sociedad no se percata que existe por parte de los clérigos y de algunos obispos y arzobispos y cardenales una actitud cómplice por ocultar celosamente estos crímenes. De no querer ventilarlos. De procurar que pasen desapercibidos. Bajo el pretexto de proteger la honorabilidad de las personas, evitar el escándalo. Y así.

No es casual, además, que las autoridades eclesiásticas suelen negarse a entregar a los acusados y tampoco colaboran con la justicia. Miren, si no, lo que sucedió con el caso del obispo auxiliar de Ayacucho, del cual hasta ahora sabemos poco o nada. Y que, si no es por la prensa, jamás nos habríamos enterado. Por lo demás, como señala en su blog, Cynthia Sanborn, directora del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico, “el abuso sexual prolifera en todas las instituciones donde hay grandes asimetrías de poder, estructuras de autoridad rígidas, y poca transparencia o fiscalización”.

Y claro. No hay evidencia estadística que indique que este problema sea mayor en la iglesia católica que en otras organizaciones laicas, pero la estructura eclesial –está demostrado- se presta a que ocurran estos atropellos. Y lo peor. Cuando ocurren, no existen protocolos que evidencien un compromiso real por combatir esta lacra. Por lo menos hasta ahora.

Solamente para que tengan una idea: en el Tribunal Eclesiástico de Lima, que es la instancia que tiene como misión impartir la justicia en la iglesia, que preside el cura Víctor Huapaya Quispe, de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, es decir, la misma organización satélite del Opus Dei a la que perteneció monseñor Gabino Miranda, existen varias denuncias sobre abusos sexuales contra un conspicuo miembro de una organización religiosa peruana, y hasta el día de hoy parecen dormir el sueño de los justos, desde hace un par de años y pico, les cuento.

Es por eso que, cuando se destapa el caso de un religioso pedófilo llama poderosamente la atención. Porque la iglesia suele encubrir y esconder oficiosamente sus cochinadas. Y si no es por la labor de la prensa, ya saben, jamás nos enteraríamos de ellas. Si no me creen, sería bueno que monseñor Eguren valide lo que estoy diciendo. Vamos, que le pregunte al padre Víctor Huapaya. ¿Cuántas denuncias existen y a quién señalan?


Tomado del semanario de César Hildebrandt. Columna Divina comedia


Escrito por

Pedro Salinas

Escribe habitualmente los domingos en La República. En Twitter se hace llamar @chapatucombi. Y no le gustan los chanchos que vuelan.


Publicado en

La voz a ti debida

Un blog de Pedro Salinas.