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foto: flickr de miguel juárez @migueljufi

¿Y cómo vamos por casa?

Publicado: 2014-02-11

La pregunta, atinadísima, la formula José Alejandro Godoy en su acucioso blog Desde el Tercer Piso, a propósito del durísimo informe de la Comisión sobre los Derechos del Niño de la ONU que acusa sin tapujos al Vaticano de haber dejado solos a decenas de miles de menores de edad en manos de curas pederastas.

El reporte de Naciones Unidas señala con rotundidad y abiertamente al núcleo del catolicismo de no haber reconocido jamás “la magnitud de los crímenes sexuales” perpetrados por parte de sus integrantes y de “no haber tomado las medidas necesarias para proteger a los menores”. El resultado, según la Comisión, ha sido aterrador: los abusos “se siguen cometiendo de forma sistemática mientras la inmensa mayoría de los culpables disfruta de total impunidad”.

Así las cosas, la Comisión exige al Vaticano que “destituya de sus cargos y entregue a la policía a todos aquellos que sean culpables de abusos sexuales a menores”, para lo cual pide que haga público el contenido de sus archivos.

“Frente al escándalo de la pederastia, las autoridades eclesiásticas impusieron un código de silencio y prefirieron preservar la reputación de la iglesia y proteger a los responsables por encima del interés supremo de los niños”, subrayó la noruega Kirsten Sandberg, presidenta del Comité.

La reacción vaticana no se hizo esperar, y su representante ante la ONU, Silvano Tomasi, expresó: “En el informe falta una perspectiva correcta y actualizada de la actuación de la iglesia, que ha realizado una serie de cambios en relación a la protección de los niños, difícil de encontrar al mismo nivel en otras instituciones o Estados (…) Se habla de 40 millones de casos de abusos sexuales a niños en el mundo. Por desgracia, algunos de ellos afectan a personas de la iglesia. ¡Pero la iglesia ha respondido y reaccionado!”.

Y puede ser, como explica el español Pablo Ordaz en las páginas de El País: “Pero ninguna de esas organizaciones ha tenido –y tiene, según la ONU- un sistema tan eficaz para esconder a los responsables, un mecanismo tan macabro para convertirlos en culpables a través de la culpa y una demarcación tan grande –el mundo entero- no solo para ocultar a los criminales, sino para permitirles que sigan poniendo sus sucias manos sobre niños indefensos”.

Como sea. Casi a la par que Tomasi, el portavoz oficial, el jesuita Federico Lombardi, dijo que “en los próximos días o semanas” el Vaticano explicará el funcionamiento de una nueva comisión creada al efecto por mandato del papa Francisco, dejando en clamorosa evidencia la ausencia de mecanismos en la institución religiosa para combatir esta vergonzante lacra.

Porque a ver si nos entendemos. Lo único que ha hecho la iglesia católica sobre el particular, desde Benedicto XVI hasta Francisco, ha sido proferir declaraciones encendidas y eventuales, así como pergeñar un par de generalidades, y punto. Punto y final. Puro gesto para la tribuna y ninguna acción institucional.

¿Exagero? No lo creo, la verdad. En el marco de una investigación sobre el tema, junto a la periodista Paola Ugaz, tenemos conocimiento de una serie de denuncias alcanzadas al Tribunal Eclesiástico de Lima, que preside Víctor Huapaya Quispe, clérigo de la Sociedad de la Santa Cruz, una organización satélite del Opus Dei, que señalan a conspicuos miembros del Sodalicio, un movimiento religioso peruano. Yo mismo he dejado en manos de este sacerdote una manifestación notarial de una víctima de abuso sexual. Esto ocurrió a mediados del 2011. Al poco, Diario16 daba cuenta de otra denuncia distinta que apuntaba a Luis Fernando Figari, fundador de esta organización. Y después de ello, a través del blog del ex sodálite Martín Scheuch, se han conocido de varias más que apuntan a otros miembros de la misma institución.

¿El cardenal Cipriani ha hecho algo al respecto? ¿O Salvador Piñeiro? ¿O la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, o cualquier otro dicasterio? ¿O el Sodalicio? ¿Luis Fernando Figari ha dado la cara para responder a la denuncia periodística? No. O no lo sabemos, que es lo mismo que le enrostra la ONU al Vaticano. Esto es simplemente un botón, porque no tenemos la más remota idea de las dimensiones de estas fechorías en el Perú, que no se conocen debido al manto protector de la iglesia. Digo.


Tomado de La República.- columna El ojo de Mordor


Escrito por

Pedro Salinas

Escribe habitualmente los domingos en La República. En Twitter se hace llamar @chapatucombi. Y no le gustan los chanchos que vuelan.


Publicado en

La voz a ti debida

Un blog de Pedro Salinas.