La historia es de locos. Y claro, como ocurre en el lejano Nigeria, por acá a muchos les ha interesado un rábano. O un pepino. Para los que no están al tanto, Nigeria es el país más poblado de África (160 millones de habitantes). Posee la mayor economía, incluso por encima de Sudáfrica. Su crecimiento del PBI, que oscila entre el 6% y 7%, no ha evitado que la pobreza siga engrosando. Es el primer exportador de petróleo del continente africano. El 63% de su población está por debajo de los 25 años. Y ocupa el puesto 144 de las 177 naciones que forman el ranking de corrupción que elabora Transparencia Internacional.

El caso es que, el grupo terrorista Boko Haram, cuyo nombre significa “la educación occidental es pecado”, secuestró a mediados de abril a 276 niñas y jóvenes estudiantes de un internado ubicado en el noreste de Nigeria, en la ciudad de Chibok. De este grupo, 53 lograron escapar. Y hace apenas una semana y media, esta secta islamista volvió a atacar. Ingresó al pueblo de Warabe, en la localidad de Gambaru Ngala (casi en la frontera con Camerún), a bordo de dos vehículos y a punta de fusil secuestró a otras 8 niñas de entre 12 y 15 años. También atacó una estación de autobuses de Abuya, la capital, provocando decenas de muertos.

El líder de esta secta islamista, Aboubakar Shekau, uno de los terroristas másbuscados del planeta, ha anunciado en un video que va a vender a las chicascomo esclavas. Es más. Según distintas fuentes y agencias de noticias, muchasde las niñas plagiadas ya han sido comerciadas en países próximos, como Camerún o Chad, por un precio aproximado de 12 dólares.

De Aboubakar Shekau se sabe poco. Un velo de misterio recubre su trayectoria criminal. Nadie conoce dónde nació. Ni cuándo. Se estima que tiene cerca de 40 años. Quienes le han conocido lo describen como discreto, solitario, e inescrupuloso. Además de escurridizo, cruel y fanático. No se deja ver así nomás. Y en los videos en que se hace grabar, que prepara al milímetro, destila un tufillo socarrón a la hora de amenazar de muerte a media humanidad. Es como el Joker, pero con mentalidad talibán. Todo un sociópata, es decir. Más de 3 mil muertos dan fe de ello. “Disfruto matando a todo aquel que dios me ordena matar, de la misma manera que disfruto matando pollos y carneros”, dijo en un video del 2012.

De lo que sí se tienen noticias es que, tras recibir las primeras enseñanzas de un clérigo musulmán, se trasladó a Maiduguri, capital del estado de Borno, para profundizar en sus conocimientos del Corán. Y fue allí donde contactó a Mohamed Yussuf, fundador de Boko Haram, convirtiéndose en su principal lugarteniente. Yussuf fue asesinado por las fuerzas del orden en el 2009. Desde entonces, Shekau mantiene el liderazgo y lazos estrechos con otras agrupaciones del terrorismo yihadista internacional, como Al Qaeda del Magreb (norte de Malí) o Al Shabab (Somalia).

Esta organización de corte fundamentalista pretende que Nigeria se convierta en un estado islámico y que se aplique la sharia (la ley musulmana) en todo su territorio. Boko Haram lleva más de una década perpetrando ataques y atentados por toda Nigeria. Y desde hace un año, el propio Aboubakar Shekau viene anunciando su intención de secuestrar mujeres para ofrecerlas en el mercadocomo respuesta a la persecución de que eran objeto las esposas de los miembros de Boko Haram por parte del Ejército. Solamente entre enero y febrero de este año, 25 mujeres fueron raptadas por esta secta vesánica. Algunas de ellas fueron rescatadas luego de haber sido obligadas a casarse o a mantener relaciones sexuales con sus captores.

El gobierno nigeriano que preside Goodluck Jonathan ha ofrecido una recompensa de 310 mil dólares a quien pueda facilitar “información creíble” que conduzca a la liberación de las muchachas. Pero hasta ahora su respuesta a Boko Haram ha sido torpe y violenta. Incluyendo ejecuciones extrajudiciales y torturas, lo cual ha agravado el problema.

Malala Yousafzai, la niña pakistaní que fue baleada en la cabeza en el 2012 por defender la escolarización de las mujeres, ha dicho en la BBC que el mundo no puede callar frente a lo que está haciendo Boko Haram. “Si nos quedamos callados, este fenómeno se ampliará y ocurrirá cada vez más”, alertó.

Y es verdad. Aunque Nigeria nos suene a una galaxia lejana, lo que está padeciendo nos debería tocar en el corazón. Y conmover. Una ola de protestainternacional puede contribuir a que un fundamentalismo islámico enajenado que mata, viola y comercia niñas en nombre del Corán, no solo quede en evidencia, sino que ayude a espolear a las autoridades nigerianas para encontrar y encarcelar a sus iluminados cabecillas.

Publicado en Hildebrandt en sus Trece. Columna Divina Comedia