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Piura y la igualdad

Publicado: 2014-07-12

El viaje a Piura no contaba con buenos augurios. Salí un martes a las tres de la tarde, y de súbito, a la hora del embarque, nos avisan a los 140 pasajeros que un avión Antonov de la FAP aterrizó de emergencia en el aeropuerto Jorge Chávez de Lima, y no tenían cómo sacarlo de ahí. Al parecer, tuvo fallas en el tren de aterrizaje y no había forma de moverlo sino remolcándolo, y la faena no era nada sencilla al parecer. Ergo, la pista fue cerrada. Más todavía. Varios vuelos fueron desviados a otros aeropuertos, y a nosotros se nos advirtió la posibilidad de que el vuelo no saldría. La aerolínea se disculpó y lamentó los perjuicios causados, adelantándose a la eventualidad de perder el vuelo. Pero, por suerte, a las dos horas y pico se resolvió el problema.

Había sido invitado por el Centro Ideas de Piura, que dirige la infatigable Cecilia Bustamante, premunida siempre de un buen humor a prueba de todo. Esta oenegé promueve proyectos orientados a favor de la gobernabilidad democrática y de la igualdad de género. Y quería, en mi caso, que hablara sobre las bondades de un Estado laico, condición que, como saben, no aplica en el Perú debido a la poderosa injerencia de la iglesia católica en las esferas del poder.

Creo que fui lo suficientemente respetuoso y tolerante, sin dejar de ser claro y firme, al momento de referirme a algunos hechos en los que la iglesia y sus autoridades intervienen deliberadamente en la política con el propósito de interferir en ciertas políticas públicas. Me sorprendió, eso sí, que algunas personas se retiraran ofendidas de la sala. No fueron muchas, la verdad. Es más. La sala estaba llena, y el incidente pasó desapercibido (solamente se fueron cuatro), y si no es por los organizadores, ni me entero.

Como sea. Anécdotas aparte, lo que más llamó mi atención del evento fue la participación de Jennie Dador, una simpática y carismática abogada, feminista y experta en asuntos de género y derechos humanos, quien manejaba data sumamente significativa sobre varios problemas que afectan a las mujeres peruanas.

Sobre la violencia contra la mujer, por ejemplo, comentó que, a pesar de ser un fenómeno generalizado, las estadísticas no reflejan su real dimensión, debido a que las víctimas no denuncian. Por vergüenza. Por temor. Porque no saben dónde acudir. Porque creen que hacerlo no conduce a nada. Dijo, entre otras cosas, que, a nivel nacional, el 35,7% de las mujeres, declararon que fueron víctimas de violencia física. Y el 65,7%, de violencia psicológica o mental (como celos, humillaciones, amenazas, y así). Otro dato revelador que lanzó Dador ese día: en Piura, la prevalencia de la violencia psicológica es mayor que el promedio-país (70,8%), mientras que la violencia física es menor (27,3%).

Según datos del Centro de Emergencia Mujer-CEM Piura, se reportaron 600 casos de mujeres atendidas por violencia familiar y sexual. El mayor índice pertenece a la violencia psicológica en adultas mayores de 60 años: 82,8%. Y el caso de niñas y adolescentes que fueron agredidas sexualmente alcanzó la pavorosa cifra de 26,8%.

Y así siguió Jennie Dador, exhibiendo números trágicos e inquietantes que hablaban de maltrato; de violaciones; de absurdos en la legislación; de metidas de pata por parte del Tribunal Constitucional en el caso de los anticonceptivos orales de emergencia (AOE); de asesinatos por razones de género que se incrementan año a año; de las dificultades para acceder a los métodos anticonceptivos; de cómo Ecuador y Chile avanzan en su legislación sobre el aborto, mientras que en el Perú se sigue vulnerando los derechos de las mujeres. Y más.

Bueno. Y lo cierto es que -como suele ocurrir en estas cosas- cuando a uno lo invitan a exponer, pues se termina aprendiendo más de lo que uno pretende enseñar o mostrar. Como fue en mi caso. Ya ven.

A la vuelta, en el aeropuerto de Piura, nos asaltó una sorpresa más, les cuento. Un ave se había empotrado contra la turbina del avión que nos recogía, poniendo en peligro nuestro regreso a la ciudad de Lima. Pero nada. Los malos augurios, como siempre, no dejaron de ser falsos presagios de amenazas que nunca se cumplieron. Se sospecha que el plumífero kamikaze que aleteó hacia las paletas del avión fue un cuervo.

Publicado en Hildebrandt en sus trece. Columna Divina Comedia.


Escrito por

Pedro Salinas

Escribe habitualmente los domingos en La República. En Twitter se hace llamar @chapatucombi. Y no le gustan los chanchos que vuelan.


Publicado en

La voz a ti debida

Un blog de Pedro Salinas.