Esta es la carta que Luis Fernando Figari, fundador del Sodalitium Christianae Vitae y superior general de dicha institución hasta diciembre del 2010, distribuyó internamente entre sus sodálites. 

En esta, se victimiza y trata de inspirar lástima. Más todavía. Denomina "errores, fallas, ligerezas" a las flagrantes violaciones a los derechos humanos perpetradas en su institución, ordenadas por él e institucionalizadas y promovidas por él.

Realmente hay que tener cuajo para escribir algo así. La misiva está fechada el 1º de noviembre. Y bueno, ya saben. Se declara inocente. En consecuencia, no está demás insistir en que, si es falso todo lo que afirman sus víctimas sexuales, ¿por qué no renuncia al principio de la prescripción? ¿Por qué no da la cara y concede una entrevista a periodistas y medios independientes? ¿Por qué no nos demanda penalmente a Paola Ugaz y a mí por difamación, injuria o calumnia?

A continuación, lo que dijo el propio Figari sobre las graves denuncias que pesan sobre él:


Carta Privada


Queridos integrantes de la Familia Sodálite y hermanos en el Señor:


Me dirijo a ustedes mediante estas líneas debido a los señalamientos, desinformaciones y maltratos que se han dado a conocer sobre mí.


Pido disculpas por la demora en hacerlo. He querido esperar hasta tener conocimiento de los señalamientos que se me han hecho. En ningún momento he recibido ninguna notificación del Tribunal Eclesiástico de la Arquidiócesis de Lima, como sería de esperar. Además, he solicitado la información debida al Dicasterio correspondiente de la Santa Sede, sin éxito. En consecuencia, no conozco dichas imputaciones por ninguna autoridad. Sólo he escuchado de ello  por versiones mediáticas.


A pesar de lo dicho, no quiero esperar más para hacer directa mención a los señalamientos de abuso sexual que se me han imputado. Manifiesto con toda claridad y verdad mi inocencia sobre ellos, y por lo mismo  rechazo enérgicamente  dichas imputaciones.


También rechazo otras de diverso tipo que se me han imputado.


Asimismo, quiero manifestar que en mi actuar a lo largo de estos años, he estado siempre a disposición de las autoridades competentes para dar testimonio de la verdad y esclarecimiento de los hechos. En tal sentido he ofrecido mi colaboración al Dicasterio correspondiente de la Santa Sede. Igualmente he otorgado poder a mis abogados en Lima para que procedan según Derecho.


A lo largo de unos 40 años en que serví a la comunidad como líder y luego superior, soy consciente de haber cometido graves errores, fallas, ligerezas. Me duele profundamente cualquier daño que pueda haber ocasionado y que personas puedan haber sido lastimadas. Por ello, considero oportuno el momento para pedir perdón sinceramente y de todo corazón a todos y cada uno de quienes haya podido herir.


Como es de conocimiento de muchos de ustedes, en el año 2010 renuncié al cargo de Superior General del Sodalicio, como consecuencia de intensos problemas de salud, que me hicieron imposible seguir ejerciendo mis responsabilidades. Desde entonces he estado totalmente retirado de la vida pública y de toda injerencia, directa o indirecta, en el gobierno del Sodalicio y de las otras instituciones de la Familia Sodálite.


Desde el primer semestre del 2015 estoy viviendo un proceso bastante más intenso de oración, reconciliación y penitencia cristiana. Ayuda en ello el cáncer que me ha sido detectado hace pocos meses. Todo esto contribuye a asociarme con mayor ardor a la Cruz de Jesucristo y a su Misericordia. Ruego a Dios que me permita avanzar por un camino de cada vez mayor conversión y mayor coherencia con la vivencia del Evangelio y la vida cristiana.


Les pido humildemente sus oraciones, a la vez que ofrezco las mías, sobre todo por todos aquellos que han sido afectados y han sufrido tensiones por la dolorosa situación que motiva la presente.


Ruego a María Santísima, Nuestra Señora de la Reconciliación y Madre de la Esperanza, que nos ayude a todos a acercarnos cada vez más a su Hijo, el Señor Jesús, Camino, Verdad y Vida.



Luis Fernando Figari

Roma, 1 de noviembre de 2015