Ahora que está en boga el Tribunal Constitucional, me vino a la mente uno de los magistrados más representativos de los tiempos de Alberto Fujimori: el jurista José García Marcelo, el cual se presentaba a sí mismo como un jurista independiente, sin ninguna relación con el Servicio de Inteligencia Nacional. 

Sobre Vladimiro Montesinos dijo una vez: "Conozco al doctor Vladimiro Montesinos hace veintitrés años. La opinión que tengo es que es un hombre inteligente, bueno, probo, muy prudente, y que en alguna circunstancia ha sido víctima de imputaciones calumniosas. Yo creo que el país le debe mucho a ese hombre". 

Y dijo más: "¿Por qué los que lo conocemos no podemos decir algo de sus virtudes? No creo que exista en la ley orgánica alguna posibilidad de inhibición, pero garantizo que si hubiera alguna cosa que lesionase el Estado de Derecho, los preceptos constitucionales o el código de valores que contiene la Constitución, yo, por mi formación moral, no puedo estar ni atado por el poder económico, ni atado por el poder político. Mi formación se inspira en la teología, por lo tanto digo como San Pedro: `conviene obedecer a Dios más que a los hombres`".

En otra oportunidad, sobre el autócrata dijo lo siguiente: "(Fujimori) puede practicar en determinadas circunstancias un atropello a las formalidades establecidas". Tal cual. 

Y en el diario El Sol, del 23 de junio de 1996, este excura y exasesor del Sinamos, se pronunció de una manera muy particular en materia de derechos humanos: "Hay que ver con qué direccionalidad se violan estos. Si es para asesinar y castigar a los enemigos del gobierno o para sancionar y castigar a los enemigos del pueblo. En este último caso no hay violación a los derechos humanos". ¡Sic!

Finalmente, una vez más sobre Fujimori, soltó: "Si él tuviese más medios, más poder, seguramente haría más".

¿Qué tal? Un poquito de Memorex para los olvidadizos nunca está demás. Digo.