Querido Papa Francisco


Mi corazón está completamente roto.


En tu reciente visita a Chile y Perú repetiste las acusaciones de que los sobrevivientes de abusos sexuales por parte de clérigos son culpables de “injuria” y “calumnia”. ¿Cómo pueden ser útiles esas acusaciones para aliviar el dolor de los sobrevivientes? 


Es espantosa la poca voluntad que muestras para responsabilizar a tus sacerdotes y obispos por abusar sexualmente de niños o por encubrir estos abusos. En tu visita a Chile, durante el vuelo del 21 de enero, defendiste al obispo Juan Barros Madrid de la diócesis de Osorno, Chile. Insististe en que no existen evidencias que demuestren que el obispo haya encubierto los abusos sexuales perpetrados por el sacerdote Fernando Karadima. 


Tú has escuchado los repetidos testimonios de Juan Carlos Cruz y de otros sobrevivientes en los que declaran que Barros o fue testigo o sabía y encubrió los abusos. A pesar de esto, continúas del lado de tus obispos y sacerdotes, reafirmando la negación de sus fechorías y tratando a las víctimas como mentirosos y calumniadores. 


“No sé si debí tomar una fotografía para tener más evidencias. ¿Qué otras pruebas, además de mi testimonio y el de muchos otros, necesita?”, dijo Juan Carlos Cruz. Lo que es desconcertante es que en 2011 el Vaticano le ordenó al Obispo Karadima “retirarse a una vida de oración y penitencia” por abusar sexualmente de menores. El Obispo Barros fue el director espiritual del Obispo Karadima, ¿estás diciendo que Barros no tenía idea sobre los abusos sexuales a niños que sucedieron cuando él estaba a cargo? Lo dudo.


Cuando estabas en Perú, de nuevo, Papa Francisco, no hablaste sobre los abusos sexuales cometidos en el Sodalicio y apareciste en escena junto al Arzobispo Eguren, miembro del Sodalicio, que también es sospechoso de abuso. Aunque los fiscales en Perú han solicitado el arresto del fundador del Sodalicio, Luis Fernando Figari, y de otros líderes, tú has continuado dando refugio al Sr. Figari en Roma, donde el Vaticano, bajo tu control, le ha dicho que no regrese a Perú. Nos has enseñado tu verdadera postura, que tu imagen y la de tus obispos y clero, triunfa sobre la protección de los niños y la gente joven. 


Olvidas rápidamente a las personas que fueron abusadas y las dejas para que se las arreglen solas, sin ningún pensamiento o consideración o concesión para asegurarse de que se les proporcione cuidado para sanar el trauma causado por el abuso de tus sacerdotes.


Incluso tus palabras, de la semana pasada en Chile y Perú, pueden haber causado que otras víctimas permanezcan ocultas por temor a que no les crean. “Ninguna persona tiene derecho a truncar tus sueños”, dijo Martin Luther King Jr. 


Desafortunadamente, las víctimas de abuso sexual del clero han sido destrozadas por tus sacerdotes que han abandonado su responsabilidad de proteger y cuidar a quienes están bajo su cargo. Fui una de esas víctimas, tus palabras han golpeado mi corazón como una daga y me han herido aún más. Tengo 55 años y todavía vivo el trauma del abuso sexual de un sacerdote que ocurrió cuando tenía 17 años.


Mateo 18:6, del Nuevo Testamento, dice: “Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino, y que se le hundiese en lo profundo del mar.” ¿Cómo es que estos sacerdotes que son abusadores sexuales y usted, papa Francisco, que los lidera, continúan predicando este evangelio si no se guían por él? ¿Acaso esta doctrina no aplica para ustedes? 


Martin Luther King Jr. dijo: “El que acepta pasivamente el mal está tan involucrado en él como el que ayuda a perpetrarlo. El que acepta el mal sin protestar contra él realmente está cooperando con él.” Papa Francisco, es hora de dejar de perpetuar este mal.  Papa Francisco, ya es hora de actuar.


En palabras de Martin Luther King Jr.: “Llega un momento en que uno debe tomar una posición que no sea ni segura ni política ni popular, pero debe tomarla porque su conciencia le dice que es lo correcto”. 


Papa Francisco, ahora es el momento de hacer lo correcto. Es hora de promulgar las recomendaciones de 2014 del Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas. Es hora de que el abuso sexual de niños sea reconocido como un crimen. Es hora de tener tolerancia cero con el abuso sexual infantil. Es hora de que la Iglesia Católica haga cambios radicales en su Ley Canónica que permita que los curas pedófilos sean procesados ​​por delitos de agresión sexual. Es hora de priorizar el reporte obligatorio a las autoridades civiles. Es hora de publicar los nombres y archivos de los clérigos que abusan de niños. Es hora de compensar a las víctimas de estos abusos sexuales. 


“La justicia tiene que significar justicia para las víctimas”, dice Pedro Salinas, quien visibilizó los casos de abuso del Sodalicio. Tu desprecio por la difícil situación de las víctimas y la falta de acción, papa Francisco, afectará a que todas las víctimas de abuso del Sodalicio tengan acceso a la justicia.


Papa Francisco, su tiempo se acabó. #ElTiempoSeAcabó para este tipo de comportamiento. Nosotros como sobrevivientes de abusos sexuales de sacerdotes no nos iremos. No vamos a perdonar ni olvidar. Sobrevivientes y defensores han unido fuerzas en el colectivo Proyecto de Justicia Global: Acabar con el Abuso Clerical (ECA, por sus siglas en inglés: Ending Clerical Abuse). 


Somos un movimiento que crece cada día y que continuará defendiendo y difundiendo la verdad. Juntos somos más fuertes. Juntos te demostraremos lo que se debe hacer. 


Como Jesús dijo “Les diré la verdad, cuando te negaste a ayudar al más pequeño, mis hermanos y hermanas, te negaste a ayudarme a mí.” Mateo 25:45.


Denise Buchanan Ph.D.c.

Autora,
Pecados de los padres: una historia real de violación y engaño en la Iglesia Católica… y renovación espiritual.

Disponible en Amazon.com

Enlace:
http://a.co/ccPNon1
@healingardens